L\'Atelier Belge

Después de un viaje de unos días por Bélgica me había quedado con ganas de probar algunas de las cervezas bélgas y los curiosos platos de su gastronomía. Por un artículo me enteré de la existencia de un auténtico bistrot belga en Madrid y allí me fui. El Atelier belgas es un restaurante pequeño y coqueto, con una barra de bar a la entrada para consumir algo mientras esperas tu mesa, y una decoración sobria en la que no falta, cómo no, la referencia a Tintin.

El personal fue muy amable hasta que comentamos que sólo queríamos tomar unos mejillones con patatas fritas, el plato que más me gusta de la cocina belga, y a partir de ese momento el camarero puso cara de perro, algo incomprensible, ya que eran las 9 de la noche y nos íbamos a ir pronto porque teníamos entrada para el cine, pero bueno, el camarero no nos amargó las cervezas belgas que probamos, Chivay en diferentes modalidades, y hay que decir que los mejillones estaban deliciosos, aunque las patatas que te sirven son 5 contadas, o sea que como aperitivo es suficiente, pero no como cena.

Un restaurante de comida belga, como se ve por el nombre. Me pareció un restaurante muy recomendable, donde su cocinero se ha olvidado de la nueva cocina y ha hecho un pequeño bistro belga donde la calidad y la perfección reinan. La sopa de cebolla impresionante, el hojaldre relleno de ave al limón muy bueno. El postre al mismo nivel del anterior. El precio: menú degustación con maridaje 39 euros. No es caro la calidad se paga y es muy buena

Si que quiere vivir no sólo los sabores belgas sino lo refinado de las técnicas de su gastronomía hay que venir a este reducto. Además es uno de los pocos locales donde se puede disfrutar de esta gastronomía en versión "tapa". La selección de cervezas es gloriosa con la perfecta asesoría Las patatas y los mejillones al curry están súper recomendados pero las croquetas de quisquillas y los quitches valen también la visita. Precios justos y la atención maravillosa.