Un rincón inolvidable
Cefalú es una caja de sorpresas, y una de ellas es el Lavatorio, o el antiguo lavadero del pueblo. Este es un rincón especial, realmente bello y donde la quietud y la calma te rodean, a sólo dos pasos de una de las calles principales del pueblo.
Es un rincón propiamente dicho, encajonado entre varias casas que alzan sus paredes hacia el cielo, pero allí "abajo" se está fresco en la sombra, se oye el agua correr, y si se hace un pequeño esfuerzo de imaginación, se ve a las mujeres lavando su ropa. Dicen que hasta no hace muchos años así era, así seguía siendo.
De inspiración árabe, de factura medieval, es un lugar inolvidable que no hay que perderse... y para eso hay que andar un poco listo, porque es fácil pasar de largo. Sólo una verja y unas escaleras nos llevan hasta él. No se ve desde la calle (Vittorio Emanuele, que discurre paralela al mar), supongo que de este modo las mujeres tenían garantizado su lugar de intimidad, donde charlar de sus cosas y de las de los demás mientras cumplían con una de sus interminables tareas, mientras frotaban esforzada y diligentemente las ropas de su casa, de los hombres, de sus hijos, las suyas propias.