La casualidad quiso que disfrutáramos de su comida
Después de haber visitado la Basilica di San Marco no decidimos a callejear por Venecia, y fuimos para la zona del Arsenale di Venezia, y calle para aquí calle para allá, nos dio la hora de comer, y por la zona el buscador nos dio esta opción.
Realmente la casualidad, no estaba previsto, nos permitió disfrutar de un ambiente hogareño y de una comida esplendida. Que suerte tuvimos en encontrarla!. Informar que dispone de terraza exterior.
Solo llegar te recibe el camarero todo predispuesto y con una amabilidad exquisita. Nos ofreció la carta y nos pidió que deseábamos de bebida.
Nuestra elección de primero fue unos tagliatelle gamberi, unos ravioli ricota spinacci y una Caprese di mozzarella di bufala. De segundo, solo comí yo, un filetto manzo griglia. Y de postre una Torta pere e cioccolato. Más claro, los cafés.