Le Pain Quotidien

Entré en Le Pain Quotidien por casualidad, sin conocerlo, y fue una experiencia diferente. No es barato para las cantidades que te sirven, pero los platos están bien hechos y bien servidos.

Pasaba por la c/ Serrano y... no había desayunado. La luz cálida del local, en un día frío y algo nublado en Madrid, llama la atención. Además, es un sitio tranquilo para tomar el primer café de la mañana leyendo la prensa.

Según he sabido después, se trata de una franquicia que fue fundada en Bruselas, allá por 1990. Un tal Alain Coumont decidió que no le gustaba el pan que se vendía en la capital de Bélgica, por lo que comenzó a hacer su propio pan. Además, el colega se dio una vuelta por las tiendas de antigüedades de la ciudad y se hizo con una mesa grande: montó su primer local. A día de hoy, hay más de 150 locales en más de 15 países. Y a base de pan: el que vale, vale.

Cuidada decoración, productos ecológicos y mesa común al estilo europeo (también tienen mesas individuales). Todo 100% natural.

Además puedes comprar los productos que consumes: panes, tartas, pasteles, mermeladas...

Tienen un brunch por 16,95€ con zumo, bollería, cesta de panes, ensalada de frutas, huevos benedictinos con salmón o jamón.
Muy recomendable!!

Desayunamos en Le Pain Quotidien de vez en cuando y es una maravilla. Tienen una gran variedad de panes y todos sus productos son de máxima calidad. La decoración y el tipo de desayunos evoca a la tradición europea, en donde el desayuno es una parte importante de la alimentación diaria. Para merendar también es un restaurante estupendo. Además en su panadería puedes comprar pan y bollería para casa.

Hemos estado desayunando en la mañana de ayer. El servicio cuidado y amable. Los Panes que sirven como cesta de Pan, francamente recomendables si hay que ponerles un pero, el café, es bastante mejorable. Yo lo calificaría con un 8.