Estuvimos un rato, lo justo para comer y nada más. Lo poco que vimos nos gustó mucho. Lo que más nos gustó fueron sus casas, que parecían caseríos con sus fachadas blancas y la madera de color rojo o verde.
Comimos en el bar kati, un bocata y unos pinchos, que estaba muy tranquilo cuando llegamos pero se animó al poco gracias a los txikiteros.
Se trata de una parroquia preciosa. Es de las más grandes de Navarra y creo que dicen de ella que tiene dimensión de catedral. Se construyó entre el siglo XVI y el XVIII, pero a pesar de esto todos sus tramos son góticos.
Está en lo alto de una colina, con lo que aún parece mayor. Desde ella se puede observar todo el pueblo.
Dentro del grupo de las llamadas Cinco Villas (cinco ciudades), la Ciudad de Lesaka merece una visita para disfrutar de su colección de casas de piedra. Usted puede encontrar a su vez en Zabaleta, un lugar importante entre los edificios. La torre sirvió como refugio al general Wellington durante la Guerra de la Independencia.
Lo mejor es dar un paseo por sus caminos en el monte viendo los caseríos.
