Marie & Matt
Amanecer en la Madre de Dios
El lugar no tiene casi nada que envidiar con sus miles de colores naranjas que se descubre como una recompensa por nuestra paciencia, al tercer día de la caminata, con los loros de desayuno.
El lugar no tiene casi nada que envidiar con sus miles de colores naranjas que se descubre como una recompensa por nuestra paciencia, al tercer día de la caminata, con los loros de desayuno.