Sencillamente espectacular
Una de las mejores ideas que he tenido en mi vida ha sido vivaquear (dormir en un saco) junto a los lagos de Covadonga. Es una práctica permitida con una recompensa espectacular: tener el lago Enol o el Ercina para ti solo al amanecer es todo un privilegio, además de una auténtica preciosidad.
Si el tiempo acompaña, las pequeñas montañas que circundan los lagos se reflejan muy bellas en sus aguas. Por no hablar del impresionante el cielo que queda por la noche, cuando las nubes se dispersan al llegar la madrugada. Sencillamente espectacular.
Eso sí, esta experiencia solo es apta para gente sin miedo a las vacas pues te despertarád probablemente con el sonido de los campanos de las reses que libremente pastan por allí (a cinco o diez metros de tu cabeza).