Madison Square Garden

Uno no puede ir a Estados Unidos y no presenciar un partido de baloncesto. A menos que se odien los deportes... Y que mejor que disfrutar en uno de los estadios más famosos del mundo, el Madison Square Garden de Nueva York, al casa de los New York Knicks (Baloncesto) y los Rangers (hockey). Este mítico pabellón se encuentra en la séptima avenida con la 33, muy cerca de Times Square y el Empire State Building. Puede visitarse, pero lo mejor es ver en vivo un partido.
En él caben cerca de 22.000 personas y desde cualquier asiento se disfruta del partido sin problemas. Las entradas varían según quién juegue, pero la media es de unos 90 dólares en la parte alta y 220 casi abajo del todo. Eso sí, al menos en estas últimas te sirven la comida y la bebida en tu asiento sin que te muevas y no es muy caro.

Entradas por internet por 40 dólares y espectáculo garantizado, New York Nicks - Atlanta Hawks, el baloncesto es lo de menos, el himno, las canciones, el beso por la pantalla gigante, el colorido... La anécdota, mi amigo llevaba una camiseta del celta, y los de la fila de atrás cuando nos sentamos nos dicen "Anda de Vigo, Forza celtiña, nosotros somos de la calle Florida jajaja...)", el mundo es un pañuelo y gallegos hay por todos los "rincones"....

Si vas a Nueva York no te puedes perder un partido de baloncesto. No recuerdo muy bien a quien vi jugar, hace ya bastantes años, pero el espectáculo esta asegurado.
En cada descanso te montan un numerito, que si las animadoras te hacen un bailecito, uno que sale y toca el piano, la pantalla con el beso...
Lo mejor de todo es que durante media hora del partido puedes pedir perritos, palomitas... gratis si si gratis. Una locura vamos, eso en España no se ve.

Ir a un partido de los Knicks es algo que al menos debes hacer una vez en la vida... El espectáculo de la NBA en vivo es impresionante, aunque no te guste el baloncesto. Al final el partido es casi lo de menos, los descoansos, tiempos muertos, todo tiene un show paralelo, las tiendas del equipo, los perritos, palomitas, juegos, vídeo marcadores... Todo merece la pena. 100% recomendable.

La verdad es que nos quedamos con las ganas de verlo por dentro. Lo localizamos por la noche y estaba cerrado y al volver la mañana siguiente al entrar a un hall, nos temimos que estaba de obras, y así fue. Preguntamos a dos señoras que estaban en una garita y nos lo confirmaron. Así que nos fuimos por donde vinimos.
La verdad fue una decepción, pero bueno, otra vez será.

Visita obligada para los amantes del baloncesto. Si es con un partido o un evento mucho mejor.

Sin gente pero estuvo genial, un lugar imponente y con mucha historia