Organizo tu Viaje
Un trocito de paraiso con vistas a la bahía
Un par de noches aquí y ya queríamos quedarnos a vivir en Costa Rica. Un hotel pequeñito rodeado de vegetación por todas partes, super tranquilo y a la vez bien situado. Todo amueblado en madera, está totalmente integrado con el ambiente. Tanto, que mientras nos bañábamos tuvimos que dejar las tumbonas a alguna que otra iguana pequeñita de las habitantes habituales del lugar, una experiencia muy chula.
Exquisita la ensalada de mango, que aunque no tenemos fotos, recordamos cada vez que tenemos ocasión de volver a probar esa fruta, porque aún no hemos probado otra igual ;)
Un alojamiento muy intimo donde nos sentimos como en casa desde el primer momento.
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