Es una imagen netamente típica de vida cotidiana de las personas que viven cerca del mar, una mujer chateando en su celular mientras su esposo pesca algo para la cena, una situación que puede ser igual en cualquier parte de latinoamerica.
No había vuelto a Los Cabos en muchos años, sigue siendo el mismo lindo pueblo. El mismo olor.
Esperando el atardecer
Rodeada de bellos lugares y una hermosa plaza que envuelve cada espacio, con atractivos turísticos a sólo metros y restaurantes con sabores internacionales y tradicionales....
Con gente local y extranjeros que hayan en ella un abanico de posibilidades único.
Los leones marinos se acercan a las embarcaciones de pesca en busca de pescados. Cuentan con taxis lancha que te llevan por $200 pesos a la playa del amor y del divorcio. Ellos mismos te pueden rentar el equipo de snorkel para que pases una linda tarde ahí.
