El corazón de la ciudad
Fundada exactamente aquí, a su alrededor se halla la historia de Bremen. Y digo exactamente aquí, porque si vamos a su centro justo y miramos al suelo veremos una rueda con diez radios hecha de oscura piedra, en cuyo centro se encuentra la cruz hanseática hecha en piedra roja.
Conocida como una de las plazas más bonitas de Europa, es un imán y punto de encuentro para millones de turistas. En verano podemos observar la agitada vida ciudadana de los habitantes de Bremen y la tranquilidad de los visitantes, sentados en la terraza de un café, frente a un riquísimo trozo de pastel o una refrescante cerveza.
Es innegable que la plaza es una obra de arte arquitectónica, que se desarrolló en el más importante lugar de comercio del norte de Alemania a principios de la Edad Media y con la edificación del ayuntamiento, la función de mercado se vio aumentada a la categoría de administrativa, ya que el gobernador de la ciudad juzgaba y condenaba a los reos desde el balcón del edificio. El ayuntamiento, que tiene más de 600 años, fue construido en estilo renacentista con gran influencia holandesa, para albergar los órganos de gobierno de la ciudad. Adornada con 8 esculturas monumentales que representan a Carlomagno y a los 7 principes electores, simbolizan la decisión de Bremen de ser independientes del gobierno de la iglesia.
Algunas secciones de la plaza no son originales, como las casas que se encuentran a espaldas del Rolando, ya que fueron destruidas en la Segunda Guerra Mundial.
Y sobre Rolando vamos a hablar, ya que no hay nadie como él que simbolice mejor la búsqueda del derecho y la independencia de la ciudad. Considerada la estatua más antigua de Alemania, es una de las 20 imágenes de Rolando que se conservan en Europa ( eran 55), y por casualidad esos mismos dígitos 5,5 son los metros que mide de alto y 55 la distancia en centímetros de una rodilla a otra, lo que se convirtió en la llamada Yarda de Bremen para medir tejido. En el siglo XV el gobierno de la ciudad encargó la figura de Rolando en caliza para simbolizar el derecho de las familias patricias de Bremen de administrar libremente la ciudad.
Desgraciadamente en 1983 hubo que sustituir la cabeza original, ya que la contaminación la había dañado irremediablemente. La leyenda cuenta que Bremen permanecerá en pie hasta que caiga Rolando, por lo que debe ser protegida como en la Segunda Guerra Mundial, cuando fue cubierta por un muro, y corre el rumor de que en el Ayuntamiento hay una estatua de reserva en el sótano.
Antes de dejar la plaza, vamos mirando al suelo y buscando una especie de tapa de alcantarilla mientras nos dirigimos a la Catedral. Es el Agujero de Bremen, donde debemos dejar caer una moneda en una ranura para oír los cantos de los Músicos de Bremen. La recaudación va íntegramente a causas benéficas.


