Bello puerto fluvial
Después de estar perdidos durantes horas y horas por la inmensidad del Etang de Thau, que más que un estanque a nosotros nos pareció un mar, llegamos a nuestro destino casi anocheciendo: Marseillan, dentro de la ruta que hicimos durante una semana por el Canal de Midi en "barco".
Un bellísimo Pueblo de vacaciones de la costa del Languedoc francés, que conserva el encanto de los pueblos de pescadores, con sus bellas casa blancas junto al canal del puerto. Llegamos con nuestra "peniche" en un día muy especial para Francia, la víspera del 14 de julio por lo que la ambientación y la fiesta estaban servidas. Eso si, en un día como este, Francia se paraliza;-)
Permanecimos un día entero con nuestro barquito amarrado en el impresionante puerto deportivo de esta bella localidad y aprovechamos para disfrutar de esta zona desconocida del sur de Francia, de sus tradiciones. La tarde del 14 de julio, disfrutamos de una curiosa competición que realizaban los "mozos" del pueblo, que consistía en coger un sombrero atado a la punta de un mástil recubierto de grasa.