Kris por el mundo
La mezquita flotante de Malaca
Esta mezquita no es la única de Malaca. Pero si es la más espectacular. Su ubicación sobre el mar la hace muy especial, aunque son pocos los viajeros que saben de su existencia o que disponen de tiempo suficiente en la ciudad para ir a visitarla.
Está lejos de todo. Para llegar andando hay que disponer de horas. Por ello lo mejor es alquilar una bicicleta o coger un taxi y negociar el precio para que nos espere y nos lleve de regreso al centro. No es una zona de Malaca por la que pasen taxis y si no tienes uno es casi imposible encontrarlo.
La mezquita fue construida en 2006 sobre el mar y ofrece su imagen más bonita al caer la tarde o al amanecer. En su arquitectura destacan los elaborados vitrales por los que entra la luz en la sala de oración.
Es posible entrar en el interior del templo aunque no se sea musulmán. Para ello hay que cubrirse de pies a cabeza. Bueno, los hombres no tienen que taparse la cabeza, solamente el cuerpo. Para ello hay que pasar por las dos salas que hay antes de la entrada al templo. Allí se ofrece toda la ropa necesaria para que el visitante puede cubrirse correctamente. Yo jamás había tenido que taparme tanto y reconozco que lo que más me molestó fue el calor que pasé con aquella ropa de fibra.
El interior es muy luminoso gracias a las vidrieras y las grandes puertas. Merece la pena también salir a la terraza posterior, sobre el mar.
Otro de los elementos que llaman la atención de la mezquita es su alto alminar, separado del edificio y rodeado de jardines.
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