No es el Amazonas, no...
Uno de los lugares más asombrosos que nos encontramos durante nuestra visita a Extremadura fue, sin duda, este precioso meandro.
Llegar al sitio en el que mejor se puede fotografiar no es fácil y hay que conducir un rato por pistas que no es que estén especialmente bien preparadas. Pero cuando uno está allí, se baja del coche y mira, no se peude creer lo que está viendo. En ese justo instante, se pierde la noción del espacio y cuesta volver a entender que sí, que se está en Extremadura. Porque mirando el meandro de Río Malo de Abajo cualquier podría pensar que está, no sé yo, en el Amazonas.
Una estampa preciosa que nos dejó un sabor de boca ideal para nuestra visita extremeña el pasado verano.