Una de las joyas más valiosas de la ciudad
Pocas medinas tan cuidadas como ésta, siendo ésta una de las joyas más valiosas de la ciudad, según uno va recorriendo las empedradas calles de la medina, va dejando por su paso paredes llenas de color decoradas por pinturas modernas y puestos de mercaderes que comercian artesanías, alfombras y cuadros.
Visitar Marruecos puede hacerte sentir cohibido sobre todo si has visitado las ciudades más turísticas como pueden ser Marrakech o Tánger, uno ya tiene hasta miedo de hablar con un marroquí, ya que un simple “no gracias” muchas veces parece invitarles a perseguirte por todo el camino insistentemente con el fin de ganarse unos Dirhams, y es que guías sobran por las calles de estas ciudades, pero en Asilah, todo es muy diferente, puedes pasear tranquilamente y conversar con la gente, el ambiente es muy diferente, la gente es muy tranquila, sobre todo dentro de la medina.
Al mismo tiempo, muchas de las casas de la medina se han comenzado a alquilar para veranear o son propiedad de extranjeros.
La medina parece estar diseñada para pasear, y es que el agradable paseo nos lleva a un más agradable si cabe, mirador, desde donde podremos contemplar parte de la costa, el amurallado de la medina construido por Alfonso V de Portugal, un cementerio musulmán y el mausoleo de Sidi Ahmed El Mansur.
Dentro de la medina, lo más normal es que te ofrezcan un tatuaje de hena, trazos artísticos dibujados en tu piel que tardan en borrarse unos catorce días. La hena es una planta, de sus hojas se extrae un polvo que mezclado con otras sustancias, se hace una pasta utilizada para hacer tatuajes en la piel, su origen es sahariano.


