Cristina E Lozano
Recuerdo bélico
Un obelisco de piedra en el corazón de Knokke-Heist sirve para recordar a todos aquellos que, con mejor o peor suerte, lucharon por Bélgica durante la Primera Guerra Mundial. Lo flanquean cuatro solados forjados en metal que portan un fusil entre sus manos y parecen vigilar al espectador que se acerca a saludar.
En su base, pétrea también, se ha grabado la fecha que marca el inicio y el final de la Gran Guerra (1914 – 1918), así como una inscripción en flamenco que no he sabido descifrar. Cierran el conjunto cuatro banderas: la de la ciudad, la inglesa, la francesa y la estadounidense.