Alicia Ortego
Kashgar, antiguo enclave de la Ruta de...
Kashgar, antiguo enclave de la Ruta de la Seda, donde llegaban o partían las caravanas antes de rodear el desierto del Taklamakan. Hoy en día es famosa por su mercado semanal, reminiscencia de aquéllas caravanas, pero que cada año se ve menguado, sobre todo por la fatídica acción del gobierno central chino, cuyo principal objetivo es controlar -a fuerza de arrasar- a las minorías étnicas y potenciales anhelos de autonomía o independencia. Una verdadera lástima.
La verdad es que puedes encontrar escenas totalmente medievales, un mercado donde se sigue vendiendo hielo de los glaciares de las montañas Tien Shien, o de las estribaciones del Karakorum, a pocos km de allí.
Donde se hacen tratos con el ganado (que es la principal mercancía, con las "ovejas de Marco Polo" como estrellas), se hacen los famosisímos fideos (dicen que son los mejores de China), se venden los aperos para animales, frutas y verduras...
La gente es realmente amable, cada vez más acostumbrada al turismo por otra parte.
A Kashgar ciudad le está pasando lo mismo que a su famoso mercado... Los chinos de etnia Han (la mayoritaria) emigran allí con promesas y ayudas del gobierno -como pasa en Tíbet-, y van colonizando la ciudad a un ritmo vertiginoso. En la plaza, enfrente de la mezquita del viernes, hay una pantalla enorme donde en la tarde-noche se emiten pelis chinas (muy parecidas a las de Bollywood: Acción, humor, tragedia... Todo junto), y los uigures, uzbekos, tayikos, etc, se acuclillan en el suelo para seguirlas con avidez.
El barrio antiguo, lo que queda de él, va siendo derribado poco a poco o sencillamente no se permite arreglar las casas, para que se caiga a pedazos. Te advierten que no es del todo seguro andar por allí a tu aire... Lo único que percibimos fue interés, curiosidad y amabilidad por parte de sus gentes, y fue un paseo realmente precioso, un pequeño viaje en el tiempo.
Por eso recomiendo este lugar, y cuanto antes mejor, ya que dentro de poco dejarán lo que los chinos consideren que puede atraer al turismo, si quieren, y poco más... Las grandes avenidas, los edificios mastodónticos e insulsos, el bazar sometido a una especie de gran angar, los grandes letreros en escritura china (la iugur es como una derivación del árabe, nada que ver)... Todo va ganando terreno.
La gente es realmente amable, cada vez más acostumbrada al turismo por otra parte.
A Kashgar ciudad le está pasando lo mismo que a su famoso mercado... Los chinos de etnia Han (la mayoritaria) emigran allí con promesas y ayudas del gobierno -como pasa en Tíbet-, y van colonizando la ciudad a un ritmo vertiginoso. En la plaza, enfrente de la mezquita del viernes, hay una pantalla enorme donde en la tarde-noche se emiten pelis chinas (muy parecidas a las de Bollywood: Acción, humor, tragedia... Todo junto), y los uigures, uzbekos, tayikos, etc, se acuclillan en el suelo para seguirlas con avidez.
El barrio antiguo, lo que queda de él, va siendo derribado poco a poco o sencillamente no se permite arreglar las casas, para que se caiga a pedazos. Te advierten que no es del todo seguro andar por allí a tu aire... Lo único que percibimos fue interés, curiosidad y amabilidad por parte de sus gentes, y fue un paseo realmente precioso, un pequeño viaje en el tiempo.
Por eso recomiendo este lugar, y cuanto antes mejor, ya que dentro de poco dejarán lo que los chinos consideren que puede atraer al turismo, si quieren, y poco más... Las grandes avenidas, los edificios mastodónticos e insulsos, el bazar sometido a una especie de gran angar, los grandes letreros en escritura china (la iugur es como una derivación del árabe, nada que ver)... Todo va ganando terreno.
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