No apto para remilgados, recomendable para el resto.
Bienvenidos al sur.
Después de varias semanas viajando por el norte y centro de México, llegué a Oaxaca. Era mi toma de contacto con la zona maya y comencé explorando sus mercados.
Como no podía ser de otra manera, el color lo inunda todo, pero en este mercado además, las mujeres te "cantan" sus productos.
Las galerías están sucias y húmedas, como se espera de un lugar que no está pensado para el turismo. Éso, que puede ser para muchos un punto bastante negativo en un lugar en el que se vende comida, en realidad le da un toque de autenticidad, recuerda a cómo eran las cosas en el pasado.
En sus pasillos se pueden encontrar las frutas y verduras propias del clima tropical, además de piezas de carne que no se ven normalmente en los mercados modernos, insectos comestibles y otros productos de origen animal que no alcancé a averiguar qué eran.
Entre mis favoritos están los chapulines (una especie de grillos-saltamontes) que se suelen comer cuando a uno le apetece picotear algo. Se sirven fritos y aderezados con limón y sal. Muy típicos de esta zona. Es la versión maya de los cucuruchos de patatas fritas en Cádiz.
Por esta región abundan los tamales, así que si ves a alguien vendiéndolos te recomiendo que los pruebes. Están buenísimos, sobre todo los de mole.