Mercado con puestos variados
Pués llegué a esta plaza con el caos más absoluto, papeles y bolsas voladoras, gracias al vendaval reinante, y gente por doquier.
El paseo entre los puestos es divertido, porque encuentras desde productos hortofrutícolas ecológicos, hasta ropa, flores, o lo que te puedas imaginar, y también es entretenido sentarte en el café Maracaibo, del año de Matusalén, y ver el devenir de la gente.
Tras el recorrido me acerqué al río, la Calle Mayor enterita, y la Iglesia, aquella que está en alto y en parte se derrubó sin avisar; y a la vuelta..... como si no hubiera pasado nada!!! sorprendente,