Para no volver nunca
Servicio pésimo. El dueño es una persona impresentable y sin ningún tipo educación. No vayan a este sitio por favor. Es una pena que esté situado en la plaza del Castillo de Candeleda. Si por mi fuera le cerraba el local. Vayan a cualquier terraza de la plaza nenos a esta. No sabe tratar a los clientes. Espero que tenga que cerrar el local y cambien de dueño para que lleve el negocio una persona que sepa lo que es un establecimiento público que vive de sus clientes. Una auténtica vergüenza. No volveré nunca