El centro de Kashgar
Kashgar, la mítica ciudad de la Ruta de la Seda, donde confluían las caravanas que acababan de bordear, por el norte o por el sur, el temible desierto del Taklamakan, a sólo un paso de la ciudad.
Un lugar donde se pueden gastar horas y horas es la plaza donde se ubica la mezquita de Id Kah, de azulejos amarillos, no tiene pérdida.
Por aquí pululan gentes de diversas etnias, nómadas que han venido a la ciudad a comerciar en sus zocos, a comprar a sus artesanos herramientas, telas... Unos descansan, otros se acerca a los puestos de comida (los ricos pinchos morunos, siempre presentes :)), hay hasta titiriteros con sus carromatos de vivos colores, a la salida de la oración se forman grupos de hombres que se saludan y charlan, y al atardecer quizá pongan una peli en la gran pantalla plana que hay instalada en uno de los lados de la plaza, y entonces todo el mundo se acuclilla "cómodamente" a verla, abriendo la boca por la tensión o sorpresa, riendo...