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Las montañas de León albergan unos p...
Las montañas de León albergan unos paisajes únicos e impresionantes y poseen unos picos excelentes para realizar montañismo, pero también tienen unos pueblos increíbles que parece que han salido de un cuento de hadas, porque no te imaginas que puedan seguir existiendo en la actualidad.
Uno de estos pueblos es Millaró. Se encuentra completamente rodeado de picos y montañas y está justo debajo del pico de Brañacaballos.
Millaró es un diminuto pueblo en el que apenas vive una doce de habitantes. Muchas de las casas del pueblo están desahitadas y cuesta encontrarte con alguien por las calles, lo más habitual es que esté completamente vacío.
Las casas que forman este encantador pueblo son de piedra de una o dos plantas como mucho y todos los tejados son rojos, así que cuando ves el pueblo desde arriba, desde las montañas, parece que es una aldea de un cuento, sobre todo en invierno, cuando todo el blanco y rojo.
Como os podéis imaginar la tranquilidad en este lugar es abrumadora, los únicos sonidos que se escuchan son los de la naturaleza. El paisaje es espectacular, mires donde mires te encuentras montañas desafiantes, es un lugar idílico.
Por cierto, justo en la parte más alta de Millaró hay una ermita preciosa que tiene muchísimo encanto.
Aquí la gente que continúa viviendo en el pueblo se dedica a la ganadería y a la agricultura y poseen una sencillez y un espíritu noble y sano que ya ha desaparecido en las ciudades. Te hacen sentir como en casa.
Pero como no todo puede ser perfecto, la armonía y belleza de este lugar tan sólo queda interrumpida por los trabajos que se realizan en una cantera que hay junto al pueblo...
Como os podéis imaginar la tranquilidad en este lugar es abrumadora, los únicos sonidos que se escuchan son los de la naturaleza. El paisaje es espectacular, mires donde mires te encuentras montañas desafiantes, es un lugar idílico.
Por cierto, justo en la parte más alta de Millaró hay una ermita preciosa que tiene muchísimo encanto.
Aquí la gente que continúa viviendo en el pueblo se dedica a la ganadería y a la agricultura y poseen una sencillez y un espíritu noble y sano que ya ha desaparecido en las ciudades. Te hacen sentir como en casa.
Pero como no todo puede ser perfecto, la armonía y belleza de este lugar tan sólo queda interrumpida por los trabajos que se realizan en una cantera que hay junto al pueblo...
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