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Ubicadas en una colina a 5 Kms. De...
Ubicadas en una colina a 5 Kms. De Luosto, 43 de Sondakylä y 180 de Akäslompolo nuestra residencia, se encuentran estas minas de amatista única de su clase en Europa que está en activo.
Después de conducir alrededor de cuatro horas por unas carreteras en bastante mal estado y con obras por fin llegamos a Luosto, estación invernal de bastante renombre en Finlandia.
La cuestión ahora era como encontrar el acceso a esta minas. Por las calles del pueblos no había nadie y después de dar varias vueltas para arriba y abajo por la carretera, por fin vimos que una pequeña tienda abría sus puertas. Entramos y una bena señora muy amable nos medio indico como llegar hasta ellas.
Después de conducir otros dos kilómetros, por fin vimos un pequeño letrero a nuestra derecha que indicaba la dirección. Me tocó conducir otra vez por una pista forestal hasta llegar a una explanada en medio del bosque que hacia las veces de aparcamiento.
Esta vez la señal estaba colocada de un abedul e indicaba una distancia hasta la entrada de la mina de 2,5 kms. Que transcurrieron por una senda que aunque no era muy inclinada al final se hacia notar.
Por fin nos encontrábamos a la entrada alrededor de las dos de la tarde y sin comer absolutamente nada desde el desayuno. Un pequeña cabaña que hacía de bar y tienda de regalos era donde se expedían las entradas. El precio era de 11 euros por adulto y 6 por niño, indicándonos que aún faltaba media hora para que comenzase la visita guiada. Visto esto nos decidimos pedir unas coco-colas y unos bollos que estaban realmente malos para comer tan siquiera algo. El precio fue desorbitante y nos quedamos igual que estábamos.
Llegada la hora de la visita, una chiquita bastante joven que no era si no la hija de la señora de la tienda, nos hizo subir al reducido grupo de personas por unas escalera de madera interminables. Según se ascendía se podían apreciar los guijarros que habían desechado los mineros, que en total y en la actualidad eran cinco. En la cima nos enseñaron dos cabañas con útiles para la extracción totalmente manual de las amatistas como picos y palas, así como los habitáculos y servicios de los mineros n estado realmente lamentable.
Al final de la visita y después de pasar por un túnel practicado para obtener las piedras, nos dieron una especie de azada pequeña al objeto de picar un poco la superficie de la loma y encontrar pequeñas amatistas, claro está que no poseían algún valor pues eran tiradas por ellos mismos para los turistas. Nosotros encontramos cinco o seis de ellas pero al llegar a la salida únicamente podías llevarte como recuerdo una o dos, las demás las esparcían de nuevo.
Al terminar la experiencia nos hartamos de reír al pensar que encima que es un timo, nos habían hecho trabajar. La verdad es que esta excursión no fue de las mejores pero si quizás la más curiosa.
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