Ser minero (por un rato)
Rammelsberg fue la razón principal de la riqueza de la ciudad de Goslar, una ciudad medieval muy bien preservada en las montañas de Harz, el emperador Enrique II fundó el Palatinado por los ingresos que suponían. y durante dos siglos la ciudad fue residencia de reyes y emperadores alemanes, hasta mediados del s.XIII1253.
En 1988 cerraron las minas para la extracción del mineral, cobre, plomo y zinc, pero por su especiales características fueron nombradas Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, ya que incluyen un sistema hidráulico muy ingenioso que consistía en almacenar agua en lagos artificiales, que luego era conducida a las minas por galerías para mover cuatro gigantescas ruedas de molino que se encargaban de subir, por un sistema de poleas, el mineral a la superficie.
Hoy las minas están abiertas como museo vivo de la minería, y actividades que exigen que te pongas el casco, ya que desciendes por la misma ruta que el agua hasta las profundidades de la mina, y durante algo más de una hora te sientes un poco como un minero, sin la parte de trabajo físico de arrancar los minerales de las entrañas de la tierra.


