Millan Dasairas
Mirador de Haro
En la parte trasera de la iglesia de Santo Tomas Apostol, siguiendo hacia la calle del Pardo, Haro se acaba, dejando paso a todo el valle que el río Ebro forma y que, además sirve como frontera con Navarra, justo enfrente.
Allí, una pequeña zona acondicionada con bancos e incluso unos prismáticos de uso gratuito permiten detenerse en cada una de las colinas, montañas y bodegas que salpican el paisaje y disfrutar de los pequeños detalles de un paisaje precioso.
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