La inspiración de un genio
La imponente silueta del Alcázar recortándose contra el cielo segoviano es una de las instantáneas más perseguidas por todo aquel que visita Segovia, su mole es apreciable desde varios puntos, pero si queremos disfrutar de este espectáculo en todo su esplendor nada mejor que descender hacia el barrio de San Marcos, una vez allí, cruzaremos la carretera y accederemos a una magnífica pradera que en verano ofrece sombra y cobijo tanto a paseantes como a jóvenes ávidos de un lugar en el que solazarse a sus anchas.
Nos encontramos en la pradera de San Marcos, a muy poca distancia distinguimos el santuario de la Fuencisla a un lado y la iglesia de la Vera Cruz a otro, dos enclaves de obligada visita si os acercáis a Segovia.