Magníficamente verde
Transitando el camino que lleva a los lagos del Parque Nacional de los Picos de Europa, forma parte del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga el primer parque nacional creado en 1918, descubrimos en el camino maravillosos paisajes de bosques con robles, tilos, abedules, y castaños, también tropezamos con rebaños de vacas que suelen instalarse en el camino y no muy fácilmente se apartan para dejarte pasar.
El camino nos condujo a este Mirador en el que nos detuvimos antes de llegar al Lago Enol que posteriormente visitamos. Desde allí pudimos contemplar el Valle de Cangas de Onís, magníficamente verde, como dicen los asturianos “la naturaleza es tan importante como el patrimonio histórico” y realmente tienen razón en sus apreciaciones.
Dicen que cuando el cielo está muy claro y absolutamente despejado se puede llegar a ver el mar, no fue el caso pues había algo de neblina, a ratos salía el sol y en el valle brillaban las rojas tejas de las casas entre los diferentes tonos de verde de sus sembradíos, los serpenteantes caminos y algunas laderas de piedra. En el mirador hay mesas y bancos de madera como para detenerse a descansar un rato mientras se disfruta del silencioso paisaje, cada tanto algún tejón aparece detrás de un árbol o una banda de aves pasa planeando y piando en alguna dirección. Si encontramos las siempre presentes abejas que van de flor en flor polinizándolo todo.
Los datos son del Excmo. Ayuntamiento de Cangas de Onís.


