Dónde vamos Eva
Nos quedamos boqueabiertos
Toledo está rodeada de excepcionales miradores. El de Santa Ana, al que algunos también llaman de la roca Tarpeya, nos ha dejado con la boca abierta.
El impresionante tajo sobre el río en un día de niebla es impresionante, el otro lado parecía una ciudad de leyenda. La roca escarpada y las casas en lo alto rodeadas de nubes, parecía un paisaje sacado de algún cuento medieval.
Toledo es lo que tiene, que hay que verla despacio, apreciando cada detalle porque cuando menos te lo esperas aparece un mirador, una placita, una calle o un paisaje que te conmueve.
Las leyendas cuentan que desde la Roca Tarpeya, los invasores romanos arrojaban a sus oponentes, y de nuevo, ¡más leyendas!.
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