Hace ahora dos siglos, unos pescadores...
Hace ahora dos siglos, unos pescadores que se encontraban faenando a una distancia considerable de la costa malagueña, se vieron envueltos por una terrible y repentina tormenta. El barco estaba a punto de volcar y nada se podía hacer para evitarlo.
Tal y como suele hacer el ser humano en los momentos más críticos, aquellos aterrados hombres se refugiaron en la divinidad, rezando a Dios, a la Virgen María y a Jesús de Nazaret para que los protegiera. Parece que este último escuchó la llamada.
De pronto, entre el batir de olas y los remolinos del furioso viento, apareció a lo lejos una brillante luz. Según se iba acercando, se pudo apreciar que se trataba de una talla de Jesucristo, una curiosa imagen religiosa con un detalle muy particular: Una banda verde anudada a la cintura.