David Maldonado
Una grata sorpresa
Recorriendo el pueblo de Sarral, dimos con el Molí del Potau, un molino de aceite que utilizaba el tipo de prensa de viga y quintal, y que funcionaba a través del principio de palanca. Estos molinos fueron muy habituales entre los siglos XVII y XIX, hasta que empezaron a aparecer los sistemas de presión hidráulicos.
Del molino de aceite se han conservado casi todas las piezas, como la solera de granito, la viga que ejercía la presión y la muela, de casi dos metros.
Fue donado a Sarral por Joan Potau i Ferré y lo encontrarás a la entrada del pueblo, en el Raval de Sant Joan.
Como
Podéis ver, fue una grata sorpresa encontrarnos con este pedacito de historia, a ojos de todo aquel que pase por este rincón.
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