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Hotel con mucho encanto
En mitad de la sierra de Aracena nos encontramos este fantástico hotel rural, un auténtico paraíso. Es justo lo que siempre busco en una escapada: hotel pequeño (en este caso unas 10 habitaciones, algunas de ellas con bañeras de hidromasaje), con mucho gusto en la decoración, en mitad de la naturaleza y rehabilitado.
Y el entorno no tiene desperdicio, con más de 10.000 metros cuadrados de jardines, con una buena piscina y con los caños del nacimiento del río Múrtiga.
El molino rahabilitado es una de las joyas de este hotel, es un espacio único para su disfrute.
Totalmente recomendable y pasa a mi lista de rincones favoritos.
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