Monasterio de Alcobaça

En mi viaje al Centro de Portugal me instalé en Leiria, un pueblo encantador y sosegado, como punto de partida de mis excursiones por la zona. Desde allí visité el Monasterio de Alcobaça, una abadía que llegó a tener mucho poder y riqueza, un centro cultural y artístico guiado por la mano del Cister y muy ligada a la historia del país Luso.
Fundada en el siglo XII por el rey Alfonso I de Portugal. La primera construcción fue destruida por los musulmanes.
En la visita podréis ver la Iglesia de Santa María que es del siglo XIII, posee una amplia nave blanca sin adornos ni capillas, con columnas muy estilizadas que apuntan al cielo. En los transeptos se encuentran las tumbas del rey Pedro I y la reina Inés de Castro, unas joyas del gótico flamígero.

El Monasterio de Santa Maria de Alcobaça, la primera construcción gótica hecha en suelo portugués, fue fundado en 1153 por Dom Afonso I Henriques (primer Rey de Portugal), para conmemorar la recuperación de Santarem del dominio musulmán en 1147.

Había realizado un voto a San Bernardo, por lo que este monasterio fue encomendado a la orden cisterciense, evidente en la austeridad de las decoraciones de su impresionante iglesia (la más grande de Portugal, 106x23 m), lo que da más claridad a su espacio interior y potencia la sensación de estar elevándose a los cielos al divisar sus bóvedas.

La historia del príncipe D. Pedro e Inês de Castro (la joven doncella de la princesa) simbolizan la mayor tragedia de amor de la historia de Portugal, inmortalizada posteriormente por Camões en su poema épico Os Lusiadas. Los túmulos de estos amantes eternos se encuentran a ambos lados del crucero en la bellísima iglesia Cisterciense de Alcobaça y constituyen una obra maestra de la escultura gótica en Portugal.

Las figuras yacentes están rodeadas de ángeles que parecen querer levantar a los cuerpos. En los laterales y frontales hay verdaderas clases de religión, me llamó mucho la atención en la tumba de Inês una escena del juicio final, donde los buenos se quedan junto a Dios y los malos caen hacia las profundidades del infierno. En el frontal de la tumba de D. Pedro hay una representación del ciclo de la vida y la fortuna que es muy bonita. Las tumbas fueron rotas y saqueadas por las tropas napoleónicas durante las invasiones francesas.

El nombre de Alcobaça le viene a esta ciudad por el los dos ríos que pasan por ella, el Alco y el Baça.
El monasterio perteneció a la orden del Cister y ello se debe su sencillez, aun cuando después se le fueron añadiendo numerosos elementos barrocos. El Claustro del Silencio es un lugar acogedor pero muy austero. La cocina del monasterio cuenta con una descomunal chimenea.

En este monasterio todo es grande, su iglesia, su cocina, su claustro. Al parecer es el monasterio más grande de Portugal.
Está a una hora aproximadamente de Lisboa y sin duda merece una visita. Es un monasterio para ver sin prisas y así disfrutar de todos sus rincones. No destaco nada en particular porque me gusta todo él.
Saludos.