Monasterio de San Salvador

Diez siglos después de que Oña fuera reducto celta, nació una niña llamada Tigridia. Su padre, el poderoso Don Sancho García, Conde de Castilla, decidió inmediatamente su destino: La pequeña sería monja, así que realizó grandes donaciones para la fundación del Monasterio de Oña, el que entregó como dote a su hija dulcísima. La infanta convirtióse entonces en la primera abadesa del Monasterio Benedictino de San Salvador y luego en santa Tigridia, como reza su epitafio en un altar de la iglesia. Así comienza la larga historia de uno de los focos más intensos de la cultura y la vida monástica del medioevo europeo, parada obligada en el Camino de Santiago, lugar de encuentro de ilustres personajes y panteón de condes de Castilla y reyes de León y de Navarra, uno de los cuales, Sancho Mayor, fue padre de Fernando, primer rey de Castilla.

Un pueblo con mucho encantado y sobre todo, con mucha historia en la provincia de Burgos. Rodeado de un entorno espectacular, con caminos para hacer senderismo y para montar en bici (gravel y montaña), Oña es un pequeño paraíso escondido.

Según la tradición el monasterio lo fundó el conde Sancho García para hacerse perdonar el asesinato de su madre, la condesa doña Alba, que a su vez pretendía envenenarlo para casarse con un rey moro.
La batalla de Encinillas y los Monteros de Espinosa también andan en esta historia, os aconsejo que la busquéis en internet, hay varias páginas, y buscad también el romance de La Condesa Traidora, una delicia de la tradición oral castellana.

Es una pena que casi nadie pare a visitarlo. Merece la pena pasar a la iglesia Abad Acial.