Monte Saja

En una bonita mañana, con un cielo azul pletórico. Enseguida dejamos la carretera, para iniciar senderos, que ganas de ver y andar por estos valles profundos formado por la abundancia de arroyos y ríos, que al final de la excursión también pudimos sentir, sin duda.

Áreas forestales de gran interés, una de las mayores zonas boscosas de toda la Cordillera Cantábrica. Grupos de hayedos que cuesta que se pueda filtrar luz, matorrales que se alternan con las brañas o zona de pastizales para el ganado.

Abundancia de los hayedos mis preferidos, robledales de tres tipos, así como abedules, castaños, arces, acebos, serbales una riqueza en especies, sobre un subsuelo fértil.

Sintiendo a nuestro paso un bosque húmedo, una lluvia que de forma regular los mantiene fresco. Su grado de pureza en el aire, más que correcto, dado al musgo a los líquenes en la corteza de sus troncos, afortunadamente presagio de salud, en la naturaleza.

Un parque de los más extensos, ocupando seis municipios, entre montes suaves, picos (Iján de 2087 m o el del Cordel 2040 m), a sus pies los pastizales anteriormente mencionados.

A medida que cogemos altitud, aparecen otras hayas y bajo ellas un manto de flora silvestre. Como muestra, brezo en flor, cardo yesquero, centauras, malvas, anémonas, algunas orquídeas.

También encontramos varias turberas arrancadas o caídas, todo un tesoro en este ecosistema a conservar. Ya que son las zonas donde se acumulan además del agua, la riqueza de la acidez que necesitan las especies, bajo un manto de hojarascas, helechos y setas.
Escuchamos los trinos de diferentes pájaros, que el guía nos fue diferenciando, ya que hay una gran variedad de aves más de 120 especies.

Pudimos ver algunos, pero cuesta ya que al ir en grupo y la falta de silencio, lo mismo que los corzos o rebecos huidizos.

Una diversidad que lo hacen una maravilla, un lugar idóneo para disfrutar de sus inmensos paisajes de ensueño.

Ya sean en otoño con tonos ocres predominantes o en primavera como ahora, que en lo alto de la montaña, cayo la amenazante tormenta anunciada, con granizo incluido. Convirtiendo la bajada por senderos que parecían, afluentes de barro.