Un monumento merecido e impactante
Junto a la Lonja del Puerto Pesquero se encuentra este monumento que de inmediato llamó mi atención porque desde lejos parecía una mujer cosiendo a máquina por la postura de su cuerpo. Al acercarme pude ver la cara triste y ojerosa de una mujer que agotada de trabajar de sol a sol, que prepara el pescado con todo cuidado para hacer conservas. Inclinados, su cabeza y sus hombros y apoyado su pie en el travesaño de la mesa, no mira nunca al frente porque lo que seguramente tendrá al frente será otra espalda como la de ella o una pared.