Morro de São Paulo

Llegar hasta allí fue toda una aventura: las 5.30pm completamente de noche, en una pequeña lancha, en medio de una tormenta espantosa, sin la dirección de mi posada, rodeada de brasileños hablando en portugués, mojada y sola. En mis adentros pensaba: Sara, ¿quién te ha mandado venir hasta aquí!? ¿!Qué se te ha perdido en este rincón olvidado del mundo!? - Al día siguiente lo entendí todo.

Ese "rincón olvidado del mundo" se ha convertido en mi rincón favorito del mundo.

A pesar de que cuando yo fui era invierno, la temperatura era ideal, los lugareños súper amables y el paisaje increíble (la flora y fauna totalmente preservada). El último día no quería marchar, me enamoré de la paz, la belleza y la armonía que envuelven ese lugar.

Existen tres alternativas para llegar a Morro de São Paulo, una villa ecologica que está situada en la isla de Tinharé, en el "estado da Bahía", Brasil.
La primera es por avión desde Salvador da Bahía y tarda como unos 25 minutos (unos €100). También se puede llegar en barco, saliendo desde el muelle del Mercado Modelo en el centro de Salvador y el viaje dura unas dos horas. Otra alternativa es ir en coche en dirección a Valença y desde allí seguir en barco.
Hay de todo, restaurantes, hoteles, pousadas, casas para alquilar, tiendas y cajeros, pero no hay coches, están prohibidos (solo existen unos 4 o 5 propriedade de los hoteles), por se tratar de un entorno ecológico.

Estaba parando en Salvador y me habían comentado que había una isla a la que todos iban como un paraíso perdido. Asi que averigüe y tome el barco que te lleva desde la terminal portuaria de Salvador a el Morro de Sao Paulo. Cuando vas llegando el hecho de ver un pequeño muelle perdido en la selva de la isla donde las embarcaciones paran y todos bajando, los "taxis carretillas" llegan para ayudar a las personas a llevar sus cosas a los hoteles, te sentis llegando a la isla de la fantasía, faltaba Tattoo, je!
Luego recorrer la pequeña isla con sus playas turquesas, su centro muy artesanal, la selva rodeante, la vista desde el faro y tirarse en una hamaca paraguaya mirando los árboles, fue una experiencia muy a lo Gilligan.

El Morro es un lugar hermoso, tranquilo de día y divertido de noche. La gente es muy alegre. En las playas preparan unos camarones con farofa increíblemente riquisimos. Hay barros naturales para hacerse nutricios de piel. Es un lugar donde no hay automoviles ni smog.

Después de esperar con ansias durante la mayor parte de la vida escolar, llega el aclamado momento.
Es ahí cuando te haces grande, te despegas de los padres por tan solo 7 días y sales del país con tus compañeros de curso.

El Morro esta rodeado de playas!!! Solo hay que tener ganas de caminar y perderse en la cultura brasilera.