Mosta

Estábamos en Valetta y ya habíamos completado el programa que habíamos preparado. Así que pensamos ir a Mosta para ver la descomunal cúpula de su iglesia. Cogimos el autobús y rápidamente nos plantamos en la ciudad. La iglesia estaba cerrada. Pregunté a un vigilante del aparcamiento y nos dijo que habrían a las 4 de la tarde, así que nos dispusimos a descansar sentándonos en la terraza de un bar para tomar un refrigerio. A las 3 y media ya habían abierto. Entramos y un magnífico espectáculo se nos vino encima. La cúpula es inmensa. Está soportada por ocho enormes columnas y parece imposible que se pueda hacer algo tan grande.