Entre Le-Mont-Saint-Michel y el Coto de Doñana
A algo más de 130 kilómetros al sur de Tanger, siguiendo la autopista A-1 de, se llega a esta pequeña localidad de la costa atlántica marroquí, en la provincia de Kenitra.
Allí llegas a un bullicioso puerto pesquero. Un ajetreo continuo de pescadores y mariscadores. Son estos mismos pescadores los que te ofrecen sus barquitas para visitar la laguna que rodea el pueblo y que se ha convertido en todo un refernte para los ornitólogos, dada su variedad de aves.
Tras un intenso paseo a lo largo de la laguna o, más bien, extenso brazo de agua que forma el Atlántico a su alrededor, el barquero te deja a pie de playa junto a una inmensa duna de más de 50 metros de altura con un desnivel descomunal. Subir hasta arriba supone una auténtica odisea además de habituales paradas para tomar oxígeno!!! Pero compensa la vista desde su cima.
En definitiva, un lugar desconocido para la mayoría de viajeros en Marruecos pero que no deberías perderte.