Roberto Gonzalez
Un molino con una historia bastante movida
Los molineros han usado desde siempre la fuerza de la naturaleza para poner en marcha la maquinaria de sus molinos. En Bremen no iba a a ser menos, y por ello se asentaron cerca del rió Weser o sobre pequeñas colinas, donde el viento era un poco más fuerte que en las planas llanuras del norte de Alemania.
Por ello, el primer Kaffeemüle o "molino de café" fue construido en 1699 en un lugar cercano al actual emplazamiento, un poco más elevado que el resto de la ciudad, pero tuvo que ceder el lugar a una fortificación (el Doventorswall).
Así que el nuevo ingenio tuvo que levantarse un poco más al norte y buscar la manera de ser productivo para no ser movido de nuevo.
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