Murallas y Bastión de Mont-Louis

Simplemente hay que dejarse llevar cuando uno llega a Mont-Louis, dejas el coche en alguno de los parquings extramuros, o bien vienes en el famosísimo "tren jeune" para poder contemplar una de las villas fortificadas más bellas y coquetas de Francia.

Mont-Louis nos recibe escondida tras una inexpugnable fortificación. Atravesamos un pequeño puente, después un túnel y zas, ya estás dentro. La arquitectura es regia, soberbia y a la vez, tremendamente elegante. Aunque el baluarte es rígido, las excelentes vistas, el paisaje y la naturaleza otorgan a la villa de una serenidad exquisita.

Esto es el sur de Francia, sencillez, belleza, historia, arte y naturaleza. Sabia combinación;-)