Caballeros y trajes hacen el mito,la fiesta
El pueblo de Caravaca de la Cruz está considerado el quinto lugar de peregrinación cristiana del mundo, después de Roma, Jerusalem, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana. Cuenta además con la reliquia de la Cruz, que muchos fieles veneran en sus peregrinaciones.
¿Historia? ¿Mito? ¿Relato épico? La leyenda de los Caballos del Vino tiene un poco de las tres. Cuentan los caravaqueños que a finales del siglo XIII, la ciudad de Caravaca de la Cruz estaba protegida por la orden de los templarios.
Los orígenes de la fiesta se pierden en la nebulosa del tiempo fundiéndose entre la historia y la leyenda.
Según la tradición popular, estando sitiada la fortaleza templaria de Caravaca por los moros granadinos, hacia 1250, y necesitando los moradores de la misma agua para abastecerse, ya que los algibes estaban exhaustos, un grupo de valerosos caballeros templarios atravesaron el sitio musulmán, con el consiguiente riesgo que ello entrañaba, y cargando pellejos de vino a lomo de sus corceles, al no poder conseguir agua, en el Campillo de los Caballeros, volvieron de nuevo, en veloz y espectacular carrera, a burlar el cerco enemigo para llevar el líquido elemento al defensor del Castillo, donde ya se guardaba, desde 1231, la Reliquia de la Stma. Cruz. Al llegar fueron recibidos con el consiguiente alborozo, ofreciendo y ataviando las mujeres a los mozos y a los caballos con ricos mantos bordados y ramilletes de flores, considerándolos, de esta forma, héroes y salvadores de la situación.
Desde la Edad Media, con más o menos esplendor, según las épocas, se viene celebrando anualmente la efeméride. Sin embargo es en el S. XVIII, durante pleno Barroco, es cuando la fiesta comienza a configurarse como tal, y durante el Romanticismo Decimónico cuando alcanza la estructura lúdica que hoy tiene.
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LA FIESTA
los festejos no comenzaron hasta la segunda mitad del siglo XVIII. Documentos de finales del siglo XIX nos dicen que ya a mediados de ese siglo se celebraban las fiestas con bandas musicales y existen pequeñas menciones de las carreras de caballos. El punto culminante del evento era la llegada del vino a la Santísima Cruz y la posterior bendición.
Hoy la fiesta duran tres días y hay muchos festejos, en los que se lucen los trajes del museo de los Caballeros del Vino
El bordado es la clave de esta fiesta, y recuerda los bordados de los pasos de la Semana Santa de Lorca.
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