En el Museo de Marrakech hay una sala dedicada a la cerámica marroquí antigua, muchas veces copiada por los alfareros marroquíes actuales para hacer sus propias réplicas.
Las piezas de la ciudad de Fez son las más abundantes y de mayor valor artístico ya que esta ciudad es la cuna de la escuela de alfareros más antigua de Marruecos. Estas piezas se pueden reconocer por sus colores azul, marrón, verde y amarillo.
Es la sede de la Fundación Omar Benjelloum. El exterior de este edificio no permite imaginar la belleza de su interior. Esta es una característica de la mayor parte de los edificios suntuarios de Marrakech.
Quizás para evitar posibles envidias de los habitantes de la ciudad hacia la regalada vida de sus moradores. Un extenso patio interior acoje una enorme lámpara de cobre que quizás sea el principal atractivo de este Museo, aunque se puede contemplar una buena colección de arte marroquí en sus distintas expresiones. El hamman nos transporta nuestra mente a tiempos pasados y nos permite
Con sus decoraciones de cerámicas que representan motivos diversos y se llaman zellij, más varios detalles de yeso esculpido y de madera pintada, el patio de Dar Mnhebi es el típico patio de casa marroquí. Lo puedes visitar porque ahora es el museo de Marrakech, manejado por la fundación Ben Jelloun.
Es un patio muy grande, mide más de 700 metros cuadrados, y era de techo abierto. Antes habían árboles frutales, y alrededor del patio tenías a las cuatro habitaciones del palacio. En cada una de ella podía vivir una esposa diferente con sus hijos. Luego se usaron como salas de recepciones.
Está situdo delante de la qoubba almorávide, y al lado de la medersa de ben yousef. Tienes la posibilidad de comprar la entrada de los tres sitios por 60 dirhams, o sólo la de un monumento por 50 dirhams.
La verdad es que las exposiciones que habían cuando fui yo eran escasas y no muy buenas, pero vale la pena entrar por ver el palacio, que sigue el estilo de una casa marroquí, el patio, y para mí, lo que más vale la pena, son los alicatados zellij en el patio, en las paredes y en los suelos.
El patio también es precioso, con tres fuentes de mármol en el centro. En la planta baja se exponen armas, joyas bereberes, vestimentas y fotos.
Este museo, también conocido como palacio Mnebbi, esta situado justo al lado de la Madrasa Ben Youssef. Expone diversas colecciones de arte contemporáneo marroquí, tesoros arqueológicos (monedas islámicas de diversas épocas desde el siglo VIII), documentos históricos (grabados, caligrafías...) y una importante colección de cerámicas, objetos de tierra cocida, bisutería (brazaletes, collares y similares) y atuendos y armas tradicionales (fusiles, puñales y sables) entre otras cosas.
Destaca mucho su patio principal, cuyo techo esta cubierto por una lona, desde donde cuelga una impresionante y enorme lampara de cobre.
El Museo de Marrakech está en la medina, al lado de la Madraza de Ali inb Yusuf. Se puede sacar una entrada que da derecho a visitar tres punto de interés: el museo, la Madraza y Koubba Ba'adiyn.
El museo no solo merece la pena por las obras que se exponen, sino también por el propio edificio del museo que ocupa lo que fue el Palacio Mnebhi. Se puede disfrutar de exposiciones de artes tradicionales con alfombras, bordados y otras obras de arte, algunas incluso de arte contemporáneo marroquí.
El museo tiene un tranquilo café en un agradable patio interior.
Junto a la medersa se encuentra el museo de Marrakech, que es el antiguo palacio de Dar Mnebhi, construido a finales del siglo XIX y auténtica joya de la arquitectura marroquí. Tiene exposiciones permanentes y exposiciones temporales. Dentro del museo se encuentra en el patio una lámpara de enormes dimensiones típica marroquí que impresiona mucho.
