Una visita inesperada a un sorprendente y sin igual lugar.
Dado que me encontraba de visita en casa de una amiga una de mis primeras incursiones, además de la tradicional recorrida por el barrio, fue el “Museo del Indio” un edificio del año 1880 que realmente me impactó, por el espacio en que se encuentra, por su asombroso estado de conservación y la excelente atención del personal, que a pesar de hablar sólo portugués, facilitaba todo para entendernos. Ingresé a una Sala de Exposiciones en la que pasaban un vídeo sobre el trabajo que se hace con los niños y la presencia de indígenas de diferentes etnias y regiones del país en la preservación de los recursos naturales, la producción de material científico, didáctico y paradidáctico y la formación de investigadores indígenas que contribuyen a la preservación de la cultura y el patrimonio de los indios y evitar la discriminación de estos pueblos dando a conocer todo ese rico acervo cultural que llega a los padres y mayores a través de la educación de los niños.
