Mi primera visita en Nagoya. El castillo. Reconstruido, pero no menos interesante. Desde lo alto de la torre del castillo se puede disfrutar de buenas vistas a la ciudad, y merece la pena darse una vuelta por los jardines que rodean el castillo.
Es un castillo-hormigón por lo que le resta encanto en comparación con otros, pero dentro tiene actividades y un museo que un poco compensan esta falta de atractivo. Los jardines exteriores son preciosos para pasear.
Situado a pocas manzanas de la Estación de Tren, es de la Época Edo aunque su última reconstrucción es del año 1959, en el interior hay un Museo de varias plantas que recrea esta época, es un lugar perfecto además para ver los cerezos en flor.
