TERESA MARTIN
IDÍLICO
Lo encontramos de casualidad justo en el atardecer, una cervecita fresquita tumbada en las tumbonas o taburetes aseguran relax y placer a cualquiera que lo pruebe!
Como nos encantó nos quedamos a cenar. Muy bien servicio, moderno, con facilidades y adaptado a cualquier tipo de cliente.
Este año vuelvo a Cádiz y seguramente repita!
Genial!