Increible
La ciudad de Vang Vieng, una de las más turísticas de Laos, está dividida en dos por el río Nam Song. El Nam Song no es un río tan grande como el Mekong pero tiene un encanto increíble y posee unos alrededores realmente únicos. Es más, esta ciudad ha conseguido ser una de las más turísticas gracias al Nam Song, ya que la gente que viene a este lugar lo hace buscando actividades acuáticas emocionantes y diferentes que tan sólo se realizan aquí, ya que las aguas de este río son muy buenas para realizar todo tipo de deportes sin correr grandes riesgos.
A su paso por Vang Vieng, el Nam Song aparece como un río tranquilo con rápidos sencillos y una corriente tranquila, así que todo el mundo se lanza a sus aguas en cuanto llegan, porque, además, son uno de los mejores aliados para poder soportar las altas temperaturas de la zona.
Las orillas están repletas de una abrupta vegetación que posee unos colores verdes impresionantes y muy llamativos. Cuando vas por el río, bien en barca, en kayak, en tubbing o nadando, puedes contemplar unos paisajes preciosos, sobre todo al atardecer.
Pero este río no sólo es especial para los turistas, también para los habitantes de Laos es muy significativo y les encanta pasar parte de su tiempo en sus orillas. Es muy frecuente ver a los laosianos pasando el día en las orillas, remojándose de vez en cuando, jugando y comiendo en plan pic-nic. Además, también les encanta pescar en este río y recoger plantas "medicinales" que crecen junto a estas aguas. Por si fuera poco, este río también es el lugar que tienen muchos de los habitantes de Vang Vieng y de los alrededores para poder asearse, así que cuando está a punto a anochecer, es muy frecuente ver a la gente en el río lavándose y limpiando la ropa.
Una de las cosas que más me llamó la atención del Nam Song, son las cientos de mariposas que podemos encontrar en las piedras que forman las orillas del río. Hay mariposas de mil colores y de mil tamaños diferentes, y lo mejor, es que te puedes acercar sin que se vayan, es como si estuvieran acostumbradas a que las admiraran.