impresionante!
Si no me lo hubieran aconsejado, tal vez no hubiera entrado: un decorado muy "fashion", negro, una carta con nombres originales que quieren ser divertidos...
Pero dichosamente me habían dado buenos comentarios, y pasé la puerta, dejando los prejuicios afuera: ¡qué buena elección!
Una carta con manjares de nombres algo divertidos (para quien entienda francés, y está la traducción de los ingredientes en inglés), entre pescados y carnes. Entradas, platos fuertes y postres representan algo como más de 20 posibilidades para combinar. La originalidad de los nombres se refleja en la presentación de los platos, de verdad muy muy sorprendente. Y si lo original podría dejar pensar de la calidad (como si la apariencia buscara compensar una calidad débil), aquí no es el caso: ¡más bien todo lo contrario!
Platos ricos, refinados, pero bastante abundantes como para saciarse con sólo entrada+plato o plato+postre. Probé el salmón, impresionante con esta salsa barbacoa agridulce, su salsa tatziki a la moda No Tabou y sus papitas... Los rollitos de queso de cabra de entrante estuvieron exquisitos, sin hablar del sorprendente postre de chocolate!
Eso sí: la calidad tiene precio. De lunes a viernes hay un menú del día a 15 euros para mediodía, y a 25 para la noche.
