El monumento, o mejor dicho la persona...
El monumento, o mejor dicho la persona que engloba todo en lo que creemos, en lo que no creemos, nuestras esperanzas, nuestro miedos, nuestro ahora y nuestro después, es Jesús.
Alabado y criticado pero siempre amado, es desde mi punto de vista y más aquí en Afganistán, un monumento al que nos aferramos diariamente, al que rezamos y al que hablamos.
Es el Cristo de la capilla de la Base Aérea Española de Herat, un Cristo que me habla todos los días y me da algo (que se llama Fé) para seguir y continuar con nuestra misión.
Son tiempos difíciles en los que conviven la sin razón con la esperanza de un mundo mejor.
Un monumento eterno, una figura infinita que se extiende a todos nuestros corazones, creyentes o no.
Es un rincón creado con Amor (lo que a todos nos hacen falta expresar) y lo dedico a todos mis compañeros militares que junto conmigo estamos al pie del cañón para luchar por la esperanza y la paz.
"Padre Nuestro que estás en los cielos
y nosotros aquí en la tierra;
en la lejana tierra de Herat ..."


