Percebes
Los percebes del Roncudo, lo mismo que los de toda la Costa de la Muerte y los de Cedeira, tienen fama de ser los mejores. El topónimo Roncudo viene a ser una onomatopeya del "ronquido" del mar, porque allí bate con fuerza y frecuentemente.
En Corme se celebra desde el año 1992 durante el mes de julio (la fecha exacta es variable) la Fiesta del Percebe del Roncudo.
Aquí les dejo una poesía de Alfredo Tella sobre el percebe, que figura en el clásico libro de cocina gallega escrito por Don Manuel María Puga y Parga allá por 1905, conocido por su seudónimo, Picadillo.
Percebes cocidos
No es necesario ser madame de Thebes,
ni saber brujería o cartomancia,
ni haber nacido en Inglaterra o Francia,
para guisar percebes.
para encontrarlos gordos en la plaza;
ya que, no siendo buzo o marinero,
le es imposible a todo cocinero
procurarlos por medio de la caza,
como se alcanzan liebres y perdices
sin miedo a romperse las narices;
que es muy fuerte arañar en duro risco
por la busca y captura de un marisco
que cuando está bien gordo y comestible,
se oculta bajo un mar inaccesible,
y solo está al alcance de la mano
si se halla delgaducho, o en el verano,
cuando sabe el indino
que el comerlo trastorna el intestino.
Una vez el molusco en la cocina
la receta cualquiera la adivina.
Con agua y sal, en pote, van al fuego,
se sopla un poco, y a comerlos luego.
Como fin de receta:
no los comáis jamás sin servilleta
que os tape todo el busto,
si queréis evitaros un disgusto.
Alfredo Tella