mmozamiz
Cuando decidía hacer el viaje a Turquía t...
Cuando decidía hacer el viaje a Turquía tenía muy claro que uno de los lugares que quería visitar era Olimpos, quizá porque mi último viaje fue Grecia y me esperaba encontrar una Olimpos similar.
Así que cuando llegué me a la Olimpos de Turquía me quedé sin habla, porque no era lo que había imaginado, aunque no sabía decir si me gustaba más o por el contrario me había defraudado, ya que era completamente diferente a lo que pensaba.
Yo creí que iba a encontrar un lugar lleno de ruinas a través de las cuales sería posible imaginarse cómo era una ciudad licia, sin embargo, lo que ves es bastante distinto.
Olimpos es un lugar idílico por su naturaleza más que por las ruinas. A pesar de que se trata de una ciudad antiquísima y todavía quedan ruinas que lo demuestran, lo más impresionante de este lugar es el paisaje, en serio, es increíble. Se encuentra tierra adentro desde una espectacular playa que está bañada por un riachuelo. Este riachuelo recorre una garganta impresionante. Las ruinas de la antigua ciudad se encuentran mezcladas con la naturaleza, con unas flores de unos colores intensísimos y con una vegetación extremadamente verde. Además, la ventaja de que las ruinas se encuentren ubicadas en medio del monte es que siempre está abierto, aunque eso sí, hay que pagar entrada.
La playa de Olimpos es inmensa y está repleta de piedras preciosas. Una de las cosas más fascinantes de este lugar es recorrer la orilla para poder ver todo el paisaje del lugar. Además, durante el recorrido, el único sonido que se escucha es el del agua del mar y los pájaros, ya que no pasan vehículos pot la zona y, por lo menos cuando fuimos nosotros, no está masificado de turistas.
Por cierto, cerca de la playa hay varios establecimientos donde podemos tomar un refresco mientras disfrutamos de las vistas, ya que cuentan con unas terrazas muy acogedoras.
La playa de Olimpos es inmensa y está repleta de piedras preciosas. Una de las cosas más fascinantes de este lugar es recorrer la orilla para poder ver todo el paisaje del lugar. Además, durante el recorrido, el único sonido que se escucha es el del agua del mar y los pájaros, ya que no pasan vehículos pot la zona y, por lo menos cuando fuimos nosotros, no está masificado de turistas.
Por cierto, cerca de la playa hay varios establecimientos donde podemos tomar un refresco mientras disfrutamos de las vistas, ya que cuentan con unas terrazas muy acogedoras.
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